Tan solo han pasado 7 meses desde que se terminó la obra
El nuevo pavimento de Miguel Fluiters parecía una mala idea y el tiempo ha demostrado que lo era.
No ha pasado ni un año desde que terminaron las obras de arreglo de esta calle y el aspecto del pavimento es deplorable. En estas imágenes, tomadas ayer mismo por Guadalajara Diario, se puede comprobar que la capa de rodadura se está deshaciendo en numerosos puntos de la calle y en algunos lugares el deterioro es de tal calibre que, incluso, el pavimento ha desaparecido por completo y se ve el hormigón que hay debajo.
La peor situación se da en la zona de Santa Clara precisamente el lugar donde los técnicos del ayuntamiento de Guadalajara ordenaron que se levantase porque no había quedado bien terminado mientras se hacían los trabajos.
Las obras, que duraron 6 meses y con numerosos retrasos, no terminaron hasta finales de junio de 2023 por lo que apenas han pasado 7 meses y medio desde el arreglo.
Desde el ayuntamiento de Guadalajara están analizando qué hacer con estos desperfectos y estudiando si la obra, como parece lógico, se encuentra todavía en garantía, para tomar medidas.
Hay que recordar que el pavimento de esta calle fue muy criticado en redes sociales y por los propios vecinos por el color que se puso, un verde que en apenas cuatro semanas estaba negro por el efecto de las ruedas de los coches.
La obra, que remodeló toda la calle, costó Los trabajos han tenido un coste de 291.257,68 euros más IVA, de los que 218.162,25 euros proceden de los fondos europeos Next Generation, y los 73.095,43 euros restantes han sido aportados por el propio ayuntamiento de Guadalajara.