El pasado viernes asistimos a un episodio grave, que atenta contra los principios del respeto institucional y; en definitiva, contra los principios democráticos que sustentan a nuestro ayuntamiento.
Pues bien, esos principios sufrieron el vienes una embestida que, por desgracia, ha dejado huella.
El portavoz de la ultraderecha de Vox, Víctor Morejón, llamó “gilipollas” al concejal socialista Juan Flores durante su intervención en el pleno municipal, y sin que Ana Guarinos le amonestara. Sí, la alcaldesa de nuestra ciudad no solo no pidió a Morejón que se retractara, que pidiera disculpas, si no que la emprendió contra el Grupo Municipal Socialista por denunciarlo.
Nos mandó callar y amenazó con expulsarnos del pleno, algo, absolutamente intolerable, y que nos lleva a las siguientes reflexiones.
Guadalajara no puede seguir estando gobernada por dirigentes asentados en el radicalismo, en el enfrentamiento, en la gresca, en el sectarismo, que nos recuerdan a otras épocas.
Estamos viviendo una escalada de violencia verbal, que es lo que yo considero insultar, que las fuerzas políticas democráticas y la sociedad en general debemos ponerle freno.
Debemos ponerle freno a las políticas de la mentira; de los bulos; a las políticas racistas; xenófobas; a las políticas y a los discursos que niegan la desigualdad entre mujeres y hombres; que niegan la violencia machista, porque son las políticas del odio, y Guadalajara es un ciudad tolerante, diversa, hospitalaria, respetuosa, que no se merece esta escalada de peligrosos discursos que escuchamos a diario de dirigentes de Vox en nuestra ciudad.
Peligrosos discursos a los que Ana Guarinos, alcaldesa de esta ciudad, da rienda suelta. Peligrosos discursos que permite y no frena la Sra. Guarinos, alcaldesa de esta ciudad, porque está atada de pies y manos a sus socios de gobierno, a sus socios de la ultraderecha de Vox, que el viernes, en el pleno municipal, les vimos crecidos, les vimos soberbios, les vimos con más poder que nunca, y la Sra. Guarinos, lo permitió.
Lo permitió de tal manera que fue incapaz de llamarles al orden por insultar, pero sí, de amonestar al Grupo Socialista por calificar de racistas al grupo Vox, porque lo son, porque hacen declaraciones racistas y porque inducen al odio.
Pero Guarinos prefirió amenazar a las concejalas y concejales del PSOE con expulsarnos del pleno, y eso sí, permite que se nos insulte. Éste es el talante de la alcaldesa de esta ciudad.
Aún no se ha terminado el Carnaval y Ana Guarinos ya se ha quitado el disfraz, y lo que vemos, no nos gusta.
Por eso, más que nunca quiero apelar al respeto, a la concordia. Sra. Guarinos, no vuelva a permitir episodios como los vividos este viernes en el pleno municipal.
Anteponga, por una vez, los intereses de nuestra ciudad, de nuestros vecinos y vecinas, a los de su partido, y a su pacto con la extrema derecha, y expulse a Vox del gobierno municipal, por el bien de todas y todos, y de nuestro sistema democrático.
Alberto Rojo
Concejal socialista en el Ayuntamiento de Guadalajara
