Los pequeños pueblos empiezan a notar el aumento de población con 190 vecinos nuevos
Ayuntamiento de Torrremochuela municipio situado en la comarca de Molina/ Google Maps
Torremochuela es un pueblo vacío. En este municipio ubicado en la comarca de Molina de Aragon (Guadalajara) entre octubre y mayo se pueden recorrer sus calles sin encontrar un alma por las calles.
Según los datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE) el 1 de enero de 2024 había ocho vecinos empadronados. Eran dos más que los que había el 1 de enero de 2023, sin embargo, la realidad es otra. Su alcalde, el socialista Constantino Martínez Gaona, asegura a Guadalajara Diario que había ocho empadronados pero las últimas cifras oficiales no recogen que dos ya se han dado de baja: uno por temas sanitarios y otra por temas escolares. Con esos descensos Torremochuela ha pasado a tener otra vez seis vecinos en el censo. Seis vecinos que no viven ni duermen habitualmente en el pueblo según confirma el alcalde “día a día suben agricultores de la zona de Molina que van allí a trabajar pero todas las casas ahora están cerradas”- afirma- Todo cambia en cuanto llega el buen tiempo. A partir de mayo, y hasta octubre, se trasladan a la zona entre 55 y 60 familias, en su mayoría jubilados que siguen manteniendo lazos con su pueblo.
“Es difícil vivir en un pueblo”
El alcalde, de 80 años, sigue intentando que su pueblo no desaparezca pero tiene claro cuál será el futuro “cuando se vaya mi generación y la que viene detrás es muy probable que el pueblo desaparezca”- se lamenta. Constantino se queja de que “no se hace nada por la España vaciada” y reconoce que es difícil vivir en un pueblo sin las comodidades a las que estamos acostumbrados “sobre todo internet. Esta semana había problemas de cobertura y estaban mirándolo”- cuenta “es difícil estar en un pueblo en esas condiciones porque la gente, aunque quiera, no puede teletrabajar”.
Torremochuela, que se mantiene en buenas condiciones, cuenta con un presupuesto anual de 12.000 euros, dinero que procede del coto de caza y que se usa para pagar la luz y al secretario que va una tarde a la semana. Para hacer arreglos necesitan la ayuda de la Diputación de Guadalajara pero a veces no pueden pedir ninguna subvención porque el propio ayuntamiento no tiene dinero para poner la parte que se les exige para hacer obras. Con esa subvención lo último que han construido es una pista de padel pero no saben si la van a poder pedir de nuevo porque no hay dinero. “Es difícil vivir en un pueblo”- se lamenta.
Los pueblos con menos vecinos
Torremochuela no es el único pueblo de la provincia que tiene menos de diez vecinos empadronados. En esa corta lista se encuentran Angón que tiene siete vecinos, Castilnuevo, y Valtablado con ocho y Rebollosa de Jadraque que tiene diez vecinos empadronados.
Guadalajara cuenta además con una treintena de pueblos que tienen 20 vecinos o menos. Se trata de Alcolea de Las Peñas, Alique, Angón, Arbeteta, Baños de Tajo, Bañuelos, La Bodera,Casas de San Galindo, Castellar de la Muela, Castilnuevo, Cogollor, Condemios de Abajo, Chequilla, Estriégana, Fuenbellida, Herrería, Iniéstola, Monasterio, Negredo, Ocentejo, Olmeda de Jadraque, Pinilla de Molina, Rebollosa de Jadraque, Santiuste, Terzaga, Tordelrábano, Torremochuela, Traid, Valhermoso y Valtablado del Río.
Subida de población en los pueblos pequeños de Guadalajara
A pesar de estos casos lo cierto es que la explosión demográfica que está viviendo Guadalajara empieza a llegar a todos los rincones de la provincia. Según los últimos datos de población publicados por el INE y que hacen referencia al 1 de enero de 2024 en tan solo un año se han instalado en Guadalajara 5.143 vecinos nuevos que hace que la población supere la cifra de las 280.000 personas.
Por primera vez la subida de población no sólo se concentra en los grandes municipios sino que deja su huella en los más pequeños: aquellos que tienen cien vecinos o menos. Según los datos del INE en 2023 había 8.111 vecinos repartidos en esos pequeños pueblos, sin embargo, un año después, han llegado a instalarse 190 personas más llegando a las 8.301 personas.
De los 176 pueblos con esa población en 66 de ellos el censo subió y en 86 bajó. Mientras que 25 se mantuvieron sin cambios. Y hay ejemplos concretos: Almadrones tiene 13 vecinos más que hace un año, Irueste ha pasado de 68 a 87 habitantes o El Ordial que ha crecido pasando de 35 a 48 vecinos. También hay pueblos que han superado la barrera de los cien vecinos como El Pobo de Dueñas o Casa de Uceda.
Em Irueste subió la población en 13 personas
Pero también hay pueblos que han sufrido el efecto contrario y han bajado a menos de cien habitantes. Es el caso de Sacecorbo que ha perdido nueve vecinos en un año, Moratilla de los Meleros o Valdeavellano con diez habitantes menos al empezar 2024 que al empezar 2023.
Aumentan los pueblos con menos de cien vecinos
A pesar de estos vaivenes la cifra global muestra subidas de población en estos pequeños municipios, subida que suelen estar relacionadas con la llegada de inmigrantes. La cruz de la moneda es que, aunque sube la población, en 2024 hay 3 pueblos más dentro de la lista de los que tienen menos de cien habitantes. Así hemos pasado de 173 pueblos con esa población (cien o menos) en 2023, a 176 en 2024.
