Un año después de terminadas las obras las rampas siguen sin uso. Vídeo
1,2 millones de euros destinó el Gobierno de España a consolidar los muros del antiguo Alcázar de Guadalajara con la construcción de unas enormes pasarelas que iban a comunicar el barranco del Alamín con la calle Madrid, sin embargo, más de un año después de que se realizaran las obras, las pasarelas siguen sin estar abiertas oficialmente al público aunque la realidad es que todos los controles para impedir el paso se han saltado y se puede pasar sin problemas de una parte a otra.
Como se puede comprobar en el recorrido que hicimos con este vídeo, la pasarela, aunque no está oficialmente abierta, está totalmente accesible y son muchos, según nos han informado los vecinos, los que la usan para ir de una parte a otra.
En la zona del Barranco del Alamín, en la parte más baja, se ha hecho un enorme agujero en la valla que impide el paso, agujero de difícil acceso que es usado por los más jóvenes. Además, el día que grabamos este vídeo la puerta de acceso que hay en la propia valla estaba totalmente abierta por lo que cualquier persona podía usar este acceso.
Los vecinos señalan que hace meses, en la otra entrada, la que da a la calle Madrid había una valla que indicaba que estaba prohibido el paso, pero esa valla también ha desaparecido.
Unas pasarelas que supusieron una gran inversión y que empiezan a estar comidas por la maleza que crece en muchos puntos sin ningún control como pueden ver en este vídeo grabado por Guadalajara Diario. También han empezado a ser vandalizadas con pintadas.
Preguntada por la apertura de estas pasarelas la alcaldesa de Guadalajara, Ana Guarinos, ha señalado que si están abiertas volverán a cerrarlas porque la zona “no está en condiciones para que sea usada”, en alusión a los posibles derrumbes que se pueden producir en la zona del Alcázar.
Lo cierto es que después de la importante inversión que supuso, y que estuvo rodeado por la polémica, la obra no ha servido, de momento para el fin que se hizo, y parece que no hay fecha para ello.
Las obras se realizaron en la etapa de Alberto Rojo como alcalde de Guadalajara y costaron, en una primera fase, un millón de euros. De ellos el Gobierno de España pone el 75% dentro del 1,5% cultural, y el resto, 275.000 euros el ayuntamiento. Según se anunció en esta primera fase se iban a consolidar los muros, y las fachadas y se iba a mejorar la zona de las caballerizas, sin embargo, el grueso de la obra consistió en estas grandes rampas que un año y medio después no tienen la utilidad para la que se creó y que nunca, a pesar de la inversión y la importancia de la obra, han sido oficialmente inaguradas.
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