La fiscalía pide 32 años de cárcel y la acusación particular 50 años
Adrián, el hombre acusado de asesinar a sus padres en Brihuega, ha reconocido ante el jurado popular que asesinó a sus padres, pero asegura que lo hizo tras haber consumido cocaína que había sido cortada con setas alucinógenas y en pleno brote psicótico.
El juicio, que se desarrolla en la Audiencia Provincial y ante un jurado popular, ha comenzado hoy con la petición de cada una de las partes. Todas las partes coinciden en que Adrián es el autor de los hechos, pero unos creen que estaba bajo la influencia de las drogas y en medio de un brote psicótico y otros que no.
La Fiscalía acusa a A.C.S de asesinato con agravante de parentesco y pide para él 16 años de prisión, por cada uno de los delitos, e inhabilitación absoluta durante el tiempo de la condena. En total 32 años. La fiscalía podría tener en cuenta para esta petición de pena los resultados de un análisis toxicológico que señalaban que el acusado había consumido cocaína.
Por su parte la acusación particular, que representa a la única hermana del acusado, solicita 25 años por cada delito (50 años en total), una indemnización de 500.000 euros y la prohibición de acercarse a su hermana durante diez años una vez cumplida la pena.
La acusación particular considera que el acusado no estaba afectado por la ingestión de drogas y recuerda que, llegó, incluso, a simular un robo en la vivienda y a lavar el cuchillo y tirar los guantes que llevaba para ocultar pruebas. Después acudió a casa de un vecino y le dijo que alguien había entrado a robar y que habían matado a sus padres. Según la acusación particular Adrián discutía habitualmente con sus padres porque necesitaba dinero y actuó “por dinero y por rencor. Quería quedarse con la herencia de sus padres”- ha señalado el letrado.
La defensa, por su parte, ha señalado que hará la petición de pena más adelante, aunque ha insistido en su alegato inicial que el acusado tiene una larga lista de ingresos por problemas psiquiátricos desde los 16 años y que los hechos se produjeron en medio de un brote psicótico agudo, en estado de ansiedad e influido por el consumo de drogas la noche anterior. También ha señalado que el acusado tiene enfermedades metales psicóticas, con bipolaridad, psicosis y trastorno de personalidad. Asegura además que su defendido colaboró con las autoridades informando de los hechos.
La defensa ha solicitado también que el acusado declarara en último lugar algo que le ha sido denegado por el tribunal.
“Los veía como monstruos”
El acusado ha declarado ante el jurado popular que desde la noche anterior había consumido 1,5 gramos de cocaína y que llevaba tres noches sin dormir. Ha
señalado que ese día estaba en su casa (una edificación cercana a la de la familia) y que tenía hambre por lo que fue a la casa de sus padres a comer queso por lo que cogió un cuchillo. Entonces vio a su padre, pero “no como era” por lo que le despertó, “lo veía como un monstruo” y le atacó con el cuchillo, lo mismo ocurrió con su madre a la que asegura que la veía como un “ángel endemoniado” “y pasó lo que pasó”. “Yo quería a mi madre mucho. No lo hice por codicia, venganza ni rencor. Me dicen cosas que no son reales”.- ha lamentado.Sobre porqué llevaba guantes en el momento del asesinato ha señalado que porque había estado en el huerto. Ha reconocido que tras los hechos lavó los guantes que tiró en una papelera y el cuchillo que metió en el lavavajillas. Tras ello revolvió la casa para simular un robo y fue a casa de su vecino y padrino ( al que vió como una persona normal y no un demonio) y le mintió, le dijo que había habido un robo, que había "uno al que debía 400 euros" y no reconoció que era el autor “porque no tenía cojones a decirle que los había matado yo. Que yo había acabado con la vida de papá y mamá”. A la guardia civil le dijo lo mismo. Sólo lo reconoció- ha declarado- cuando salió del hospital.
Asegura que, aunque su madre controlaba su medicación él tenía mediación guardada y que se la había tomado sin control antes de los hechos.
En estas declaraciones ha contradicho lo que dijo anteriormente, aunque ha asegurado que ahora en la cárcel ha tenido tiempo de pensar y de recordar los datos.
El relato de los hechos según la fiscalía
Según el escrito fiscal el acusado, A.C.S, de 32 años, que residía en la finca familiar, en una vivienda junto a la de sus progenitores se desplazó, tras la hora de la comida, a la vivienda de sus padres que dormían la siesta, su madre en el dormitorio y su padre en el sofá del salón.
Una vez en el interior, A.C.S., con las manos enguantadas y empuñando un cuchillo de cocina, fue hacia su padre, que dormía y no tuvo opción alguna de tratar de repeler el ataque, para acabar con su vida, para lo que le asestó una puñalada en el cuello que le afectó de lleno la yugular, y aunque despertó y pidió auxilio llegando al dormitorio donde se encontraba su esposa, se desplomó en el umbral y falleció.
Seguidamente, A.C.S. se acercó a su madre, la cual al oír a su marido se había levantado de la cama y acercado a la puerta del dormitorio y, sin darle posibilidad de defenderse y con ánimo de acabar con su vida, le clavó cinco veces el cuchillo a nivel del tórax derecho y dos puñaladas en la zona del cuello”, por las que falleció.
Según el escrito del ministerio público y tras el análisis practicado al acusado, éste había consumido cocaína, alcohol y cannabis, si bien la exploración mental realizada el día de los hechos no detectó signos compatibles con un estado de intoxicación plena y tampoco un cuadro de psicopatología aguda.