Los hallazgos de esta campaña permitirán estudiar acerca de los motivos del final de la ciudad
Los hallazgos en la octava excavación en la antigua ciudad de Caraca, localizada en el Cerro de la Virgen de la Muela de Driebes, han permitido datar la necrópolis visigoda entre los siglos VI y VII d.C.
“Gracias a los materiales hallados en la necrópolis, donde hemos estado trabajando, que han sido de gran interés, hemos podido concretar su datación entre el siglo VI y VII después de Cristo”, ha señalado a EFE, Emilio Gamo, uno de los codirectores de los trabajos.
Esta campaña ha discurrido entre el 12 y el 22 de agosto y se ha centrado en la necrópolis visigoda donde la pasada campaña se localizaron tumbas infantiles, con el objeto de conocer más datos acerca del final de la ciudad y el poblamiento posterior a su desaparición.
“Hemos localizado todas las tumbas que están orientadas en sentido este- oeste, es decir, mirando hacia la salida del sol, de tal forma que está vinculado con el rito cristiano. Además, hemos localizado los restos de una estructura constructiva, que continuaremos excavando, que está ubicada en la parte central de la necrópolis y que le daría importancia al conjunto”, añade Gamo, quien destaca una densidad de tumbas muy alta, “por tanto, la existencia de los restos de este edificio y un número elevado de sepulturas nos hace pensar que era un lugar de especial significación cultural y religiosa”.
Según explica, hay dos tipos de tumbas fundamentalmente. “Una que es una fosa excavada en el suelo tapada por losas y, una segunda tipología, que son cistas y en gran parte de las tumbas encontramos reducciones, es decir, el último que se enterró estaba de cúbito supino y resto de familiares y allegados que estaban enterrados en la misma tumbas se mueven hacia los pies o los laterales para dejar espacio al siguiente difunto que se entierra”.
Gamo también destaca el hallazgo de niveles carpetanos “muy interesantes, que se ubican debajo del nivel de la necrópolis visigoda, que son del siglo III al I antes de Cristo, con abundantes restos cerámicos. Nos resultan de gran relevancia puesto que estos restos los hemos podido poner en relación con el hallazgo, en 1945 de lo que se conoce como el Tesoro de Driebes y que actualmente se expone en el Museo Arqueológico Nacional”, y que fueron los primeros en la zona.
En este sentido, destaca los significativo de este yacimiento. “Es un lugar que está habitado durante un periodo histórico muy largo y eso nos permite conocer la evolución histórica de esta área del interior peninsular desde época Paleolítica hasta la Visigoda. En ese sentido es un yacimiento excepcional”, señala, lo que le llevó al Gobierno regional a su declaración de BIC el pasado año, lo cual le ofrece una protección jurídica destacada.
El Tesorillo de Driebes en Guadalajaradiario.es pinchando aquí.
Este codirector insiste también en el trabajo de divulgación que llevan realizando desde que arrancaron las campañas de excavaciones, incluida las jornadas de puertas abiertas que cada año se celebran y que registran un éxito de afluencia. “Es un público muy participativo y con mucho entusiasmo lo cual nos alegra”, concluye.