Dicen que es perjudicial a nivel medioambiental y dudan que el agua se vaya a usar para el desarrollo de la comarca
Imagen del embalse de Beleña
Agricultores, regantes, empresarios, y diversas administraciones locales, provinciales e incluso el Gobierno Regional han mostrado su respaldo a la conexión entre las cuentas del Sorbe y el Bornova a través de una nueva tubería que una Beleña y Alcorlo, sin embargo, los ecologistas se han mostrado en contra.
Una postura que mantienen desde hace años y que ahora han vuelto a defender. En un comunicado han mostrado su oposición porque consideran que “afectaría gravemente al medio ambiente de la provincia, en especial al Parque Natural de la Sierra Norte y zonas protegidas de esa área”.
Los ecologistas recuerdan que en 2011, la Secretaría de Estado de Cambio Climático ya descartó este proyecto, y creen que, trece años después, “nada ha cambiado”- señalan. “Es más, puede ser todavía más grave debido al cambio climático y a las recurrentes sequías que sufre la provincia. Este proyecto contrasta con la defensa de la Junta de Castilla-La Mancha de la modificación de las reglas del trasvase Tajo-Segura para garantizar el caudal ecológico del Tajo. Indiscutiblemente se verían mermados los cauces del Sorbe y el Bornova, tributarios del río Jarama y, en último término, del Tajo, que se vería también perjudicado”- afirman.
Los defensores del proyecto recuerdan que sistemáticamente se producen periodos de sequía que se podría evitar guardando el agua excedente del río Sorbe en épocas de bonanza, en Alcorlo. Con ello se busca ampliar los regadíos, garantizar el abastecimiento en los municipios más pequeños y consolidar el crecimiento industrial y poblacional del Corredor. Sin embargo los ecologistas no lo tienen claro “En contra de las manifestaciones de los últimos meses, el volumen de agua conseguido no se destinaría prioritariamente al desarrollo de la comarca, sino a grandes proyectos del Corredor del Henares o incluso a obras delirantes como la hipotética playa de Alovera, de manera que las poblaciones del entorno de ambos ríos continuarían con graves problemas de despoblación y falta de perspectivas. Pero el descenso en la calidad medioambiental de su entorno sí que repercutiría negativamente en los negocios relacionados con el turismo rural y de naturaleza y con los deportes al aire libre”- concluyen.
